La famosa lluvia de meteoritos Gemínidas arrojará brillantes estrellas fugaces este invierno, aunque una luna llena recién pasada hará que todas, menos las más brillantes, sean difíciles de ver Las Gemínidas
Las Gemínidas
La lluvia alcanzará su punto máximo del 13 al 14 de diciembre, según los expertos Incluso después del pico, podrán verse meteoritos brillantes durante los siguientes días.
Las Gemínidas son consideradas una de las mejores lluvias de meteoros cada año porque los meteoritos individuales son brillantes y se vuelven rápidos y activos. Este año, debido a la luz de la luna, pueden verse alrededor de 20-30 por hora. El mejor momento para observar las Gemínidas es alrededor de las 2 a.m. en su zona horaria local.
La lluvia de meteoritos Gemínidas tiene casi 200 años, según los registros conocidos, la primera observación registrada fue en 1833 desde un bote en el río Mississippi, y todavía se está investigando. De hecho, se está fortaleciendo. Esto se debe a que la gravedad de Júpiter ha arrastrado la corriente de partículas desde la fuente de la lluvia, el asteroide 3200 Phaethon, más cerca a la Tierra a lo largo de los siglos.La lluvia de ‘estrellas’ de las Gemínidas ha llegado fiel a su cita de diciembre. La noche del 13 al 14 es la de su máxima actividad, y por tanto, el mejor momento para disfrutar de este espectáculo astronómico. Cada hora se podrán observar un centenar de estos brillantes meteoros, que proceden del asteroide o ‘cometa rocoso’ 3200 Faetón.
Lluvias de estrellas
Son varias las ‘lluvias de estrellas’ que iluminan fugazmente nuestros cielos cada año, fruto de la colisión de pequeños fragmentos de cometas o asteroides con la atmósfera de la Tierra. Las más intensas son las Perseidas, las Cuadrántidas y, sobre todo, las que ocurren ahora: las Gemínidas, que ofrecen del orden de 100 estrellas fugaces o meteoros por hora.
En los dos últimos años el espectáculo de las Gemínidas no ha defraudado a los aficionados, que confían volver a repetir este año. Estas ‘estrellas fugaces’ son en realidad pequeñas partículas de polvo de distintos tamaños, algunas menores que granos de arena, que van dejando los cometas a lo largo de sus órbitas alrededor del Sol. La corriente de partículas resultante (llamados meteoroides), debido al ‘deshielo’ producido por el calor solar, se dispersa por la órbita del cometa y es atravesada cada año por la Tierra en su órbita alrededor del Sol.
Durante este encuentro, las partículas de polvo se desintegran al entrar a gran velocidad en la atmósfera terrestre, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre científico de meteoros. Esto es cierto para la mayoría de lluvias pero no para las Gemínidas, ya que no existe ningún cometa que coincida con la trayectoria de la nube de ‘escombros’.
Historia
El origen de las Gemínidas fue un misterio hasta que las sondas solares STEREO de la NASA confirmaron la aparición de una pequeña cola al asteroide 3200 Faetón durante su máximo acercamiento al Sol o perihelio. Era el único objeto que se movía en la misma órbita que la nube de meteoroides causantes de las Gemínidas.
A partir de ese momento, a Faetón 3200 se le conoce como ‘cometa rocoso’, un asteroide que se acerca mucho al Sol posibilitando así que se forme una cola por rotura de la superficie debido al gradiente de temperatura entre el día y la noche (puede alcanzar los 1.000 K). En el caso de Faetón (nombre que en la mitología griega correspondía al hijo del dios del sol Helios), el perihelio es de solo 21 millones de kilómetros. Por comparar, la distancia mínima de Mercurio al Sol es de 46 millones de kilómetros.
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