Escuchan las necesidades y gustos de la pareja e intentan dar vida a esas ideas para que, el día de la boda única y exclusivamente disfruten
Una boda es un momento especial en la vida que requiere una ceremonia, un banquete, etc., además por todos es sabido que a las bodas se va a comer a beber y a disfrutar. Y aunque para la mayoría el famoso “sí quiero” es algo más, desde el punto de vista legal, se define como un acto por el que se constituye una familia, un matrimonio. Según el INE, en 2017 se celebraron en España 68.769 matrimonios, por lo que se puede intuir la magnitud de la industria que se ha desarrollado alrededor de este acto.
Desde BES Magazine, nos gustaría contar cómo se desarrolla uno de estos eventos a través de la contratación de un wedding planner, desde el punto de vista de una novia que ya se ha casado. Para el que aún se esté preguntando qué es un wedding planner, es una persona o equipo de personas que se encargan de asesorar a la pareja de novios sobre cualquier detalle a tratar para la celebración del evento. Ellos escuchan las necesidades y gustos de la pareja e intentan dar vida a esas ideas para que, el día de la boda única y exclusivamente disfruten, y de los detalles e imprevistos se encargan ellos.
Todo comienza con una reunión por parte de los novios y los asesores, a petición de estos últimos los novios fueron con una lista de deseos cada uno, desconociendo lo que el otro llevaba escrito, ¡era un secreto! por lo que lo hacía un momento aún más especial. Y a partir de ahí se formó lo que sería el gran día, el día de la boda…
Wedding planner
Sólo los wedding planner saben plasmar con total transparencia la importancia en el cuidado de los detalles, y tanto el espacio elegido ya sea playa, montaña, campo, hotel, finca, etc., como la decoración del mismo, de día o de noche, muchos o pocos invitados, lo adaptan totalmente a vuestras preferencia, llegando incluso a superar las expectativas de los novios.
Nuestra novia nos relata como los aromas de ese día permanecen en su memoria, recuerda que el lugar de la celebración olía a mar, las flores de su ramo a Peonías, las más bonitas que había visto. Los manteles, los centros de mesa y los caminos de flores todo lo recuerda con una perfección exquisita, y lo más importante había llegado el día que compartían con familiares y amigos de todas las etapas de sus vidas, y allí estaban reunidos para celebrar su unión.
El día comenzó en la habitación del hotel de celebración, y las flores anunciaban como se iba a sentir “princesa por un día”. No faltaba ni un detalle dulce y salado; en un momento ya se encontraban allí el fotógrafo y el cámara. Ellos ya la habían conocido en la sesión de preboda, maquillaje y peluquería. Desde la primera foto, y nos cuenta hasta la canción que sonaba en ese momento. El momento en el que el ramo de la novia entra en la habitación. Como si de una joya se tratara. Las instrucciones de los wedding planner sobre cómo llevarlo hacía que fueran aflorando las emociones.
El vestido de novia, es algo que acompaña a la personalidad de cada novia, a su estilo. Ella se tiene que sentirlo como una segunda piel y encontrar el que sea “EL VESTIDO”. Además de dar en el clavo con los complementos que le acompañan: zapatos, joyas, diademas o tocados, etc.
Detalles
El traje del novio también es algo muy personal, chaqué o traje, pajarita o corbata, con o sin chaleco…, lo que no puede faltar es la flor en la solapa.
Los padrinos también juegan un papel importante en estos eventos. Son los otros protagonistas. Aquellos que han sido elegidos por los novios para que los acompañen en el camino a su unión. Estos también pueden ponerse en manos de los organizadores para ser asesorados. Y así desempeñar su función para con los novios de la manera más efectiva.
La otra decisión complicada que nos relata la novia es la elección del menú. Nos cuenta que los organizadores de boda son muy importantes en este punto. Ya que ellos saben con qué menús puedes sorprender a los invitados. Ella recuerda cada uno de sus platos con gran detalle. Ensalada de langostino como primer plato. Bacalao, solomillo y de postre popurrí “mar de nube con corazón de maracuyá y aroma de albahaca”.
Otros de los must have de toda boda es el baile nupcial y el corte de la tarta. Para la que los novios con sumo cuidado y delicadeza eligen canciones especiales para ambos. Y como no, los regalos a los invitados. Ese ritual en el que novios y padrinos pasan por todas las mesas. Entregando ese detalle al que tantas vueltas le han dado porque tiene que ser algo original.
Y como colofón final queda la música, generalmente se contrata un Dj que mantenga el evento animado y a bailar!! Ahora sí llega el momento preferido de los invitados… mesas dulces, saladas y un sin fin de detalles con los que los novios querrán agasajar a sus invitados. Detalles por haberles acompañado en un día tan especial para ellos.
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