La Gomera ideal para descubrir a través de sus numerosos miradores. Al ser una isla de pequeñas dimensiones, desde casi cualquiera de estos puntos de observación, diseminados por sus lugares más altos y estratégicos, puedes contemplar íntegra su abrupta geografía y sus innumerables atributos naturales

Podría considerarse la isla de los miradores: nada menos que 42 se reparten por la geografía La Gomera, permitiéndote disfrutar de sus espectaculares paisajes. Desde esas atalayas podrás gozar de los profundos valles y barrancos que surcan la isla, sobre las que emergen unas formaciones muy extendidas, conocidas como roques y fortalezas. También se pueden disfrutar sus bellos caseríos diseminados entre laderas y terrazas de cultivos y por supuesto el bosque de laurisilva, esa tupida y ancestral selva que cubre la parte central de la isla. Aquí tienes una selección de los mejores miradores y puntos panorámicos de La Gomera:

El Santo

Recientemente remodelado, este mirador, situado en el oeste de La Gomera, está situado a 800 metros de altura y desde él se obtiene una extraordinaria panorámica del barranco de Taguluche hasta el mar. Trepando por sus laderas se divisa el bello caserío del mismo nombre mezclado con las palmeras que se pierden hasta casi el océano.

Palmarejo

Conocido también como mirador de César Manrique, fue una de las últimas obras en vida del famoso artista lanzaroteño fallecido en 1992. Para su construcción usó materiales (piedras, maderas y tejas) propios de la isla con el objetivo de lograr la plena integración con el entorno. El mirador, que además es restaurante, es una fantástica atalaya desde la que contemplar unas de las zonas emblemáticas de La Gomera, el Valle Gran Rey, surcado por cultivos escalonados, palmerales y bellas casas blancas diseminadas.

Igualero

En este mirador, situado ya dentro de los límites del Parque Nacional de Garajonay, se localiza el monumento al silbo gomero, el peculiar lenguaje silbado de La Gomera, desde 2009 Patrimonio Mundial de la Unesco. Las vistas se extienden desde la cumbre hasta el mar. Destaca el Monumento Natural de La Fortaleza que se alza al otro lado del barranco de Erque. La panorámica se completa con la silueta de las islas de La Palma y El Hierro recortadas sobre el horizonte.

Abrante

Situado en el barrio de La Palmita, en Agulo, al norte de La Gomera, este espectacular mirador, inaugurado en 2013, está situado a 620 metros de altura. Además de las vistas que proporciona, se ha convertido en un referente arquitectónico por su atrevida construcción, donde destaca un voladizo de siete metros que parece suspendido sobre el vacío y que da la sensación literalmente de sobrevolar la población Agulo. Al levantar la mirada, se puede ver la isla de Tenerife y, por supuesto, el Teide.

El Sombrero

Este mirador, situado cerca de la capital, San Sebastián de La Gomera, es una pequeña lección de geología pues desde él se aprecia el abrupto y recortado relieve de la isla y su increíble variedad de formaciones rocosas: crestas, lomadas, barrancos y roques. Destacan el del Sombrero, el roque Blanco, el de García y el de Magro.

Mirador del Morro de Agando

En este mirador te encontrarás rodeado por tres Espacios Naturales Protegidos: el Parque Nacional de Garajonay, el Monumento de los Roques y la Reserva Natural Integral de Benchijigua. El protagonismo de la panorámica se lo lleva, sin duda, el Roque de Agando, un gigantesco monolito que se eleva hasta los 1.246 metros de altitud.

Alto de Garajonay

Es el punto más alto de La Gomera con sus 1.487 metros. Los días despejados y sin calima (polvo en suspensión procedente del Sáhara) son un auténtico espectáculo desde este mirador. Una vista panorámica de 360 grados te permitirá

contemplar sin dificultad La Gomera prácticamente al completo, así como las islas de La Palma, El Hierro, Tenerife, con el impresionante Teide, e incluso Gran Canaria.

El Bailadero

Dentro del Parque Nacional de Garajonay, este mirador ofrece una panorámica de la cara norte del Monumento Natural de Los Roques. En primer término aparece Ojila, detrás de él el roque de Las Lajas, a la derecha el roque de Carmona y al fondo, más alejado el roque Agando. El color grisáceo de la antigua roca de resalta sobre el verde intenso del bosque de laurisilva del Parque Nacional de Garajonay.