El silbo gomero, uno de los  lenguajes silbados más perfeccionados del mundo y que permite una  comunicación completa. En 2009 fue declarado por la Unesco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. 

Una de las tradiciones más singulares y conocidas de La Gomera es el silbo, un  lenguaje basado en los silbidos. No es esta isla canaria el único caso en el mundo.  Se conocen lenguajes silbados en Latinoamérica, Asia o África. En muchos casos  se trata de lugares con una orografía abrupta similar a La Gomera. Y es que esta  peculiar forma de comunicación se desarrolló precisamente para eso: para  solventar los problemas de comunicación entre los habitantes de una zona con  dificultades topográficas. Sin embargo, en La Gomera logró desarrollarse uno de  los lenguajes silbados más perfeccionados del mundo, hasta el punto de que, a  diferencia de otros lugares, permite una comunicación completa.

No se conoce su origen con exactitud, aunque sí que durante la época anterior a la  conquista española el silbo prosperó porque era la herramienta ideal para mandar  mensajes en el accidentado relieve de la isla, lleno de barrancos y cumbres  escarpadas.

A cuatro kilómetros 

Este curioso lenguaje que en algún momento se asemeja mucho al trino de los  pájaros, tiene la capacidad de poder escucharse a nada menos que cuatro  kilómetros de distancia. El silbido se modula y produce diferentes sonidos  cambiando la posición de los dedos. Se supone que al principio fue utilizado  exclusivamente para casos de emergencia, pero con el tiempo fue  perfeccionándose hasta convertirse en un lenguaje con una cierta complejidad que  dispone de un vocabulario de unas 4.000 palabras.

Hubo un tiempo no muy lejano en que el silbo gomero parecía condenado a  desaparecer debido a la mejora en las comunicaciones y especialmente a la  desaparición de actividades como el pastoreo, en las que más se empleaba. El  silbo sólo se mantenía en algunos caseríos cercanos al monte, en demostraciones  en algunos restaurantes y en esporádicas clases en las escuelas gomeras. Sin  embargo, en 1999 el Gobierno Canario declaró el silbo como patrimonio  etnográfico de las Islas Canarias. Y a partir del año 2000 se incluyó como  asignatura obligatoria en las escuelas gomeras. Además, en 2009 fue inscrito en la  lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.