El Yoga considera el cuerpo, la mente y el alma de una manera holística. Su práctica combina el control de la mente y la respiración con una serie de asanas o posturas y una filosofía de vida basada en el autoconocimiento, el respeto, la compasión, la comunicación positiva y el amor incondicional.
En las últimas décadas el yoga se ha popularizado enormemente en occidente, derivando en una disciplina basada en las teorías hindúes, pero fundamentalmente enfocada en la práctica de un conjunto de técnicas orientadas a lograr un mayor control del cuerpo y la mente dónde la persona busca lograr el equilibrio y armonía espiritual mediante la meditación y una serie de ejercicios posturales y respiratorios.
Las personas que practican yoga afirman que su calidad de vida mejoró considerablemente tras una práctica regular, aunque los beneficios se suelen notar desde el principio. Además de los citados anteriormente se añaden otros como: reducción del estrés, pérdida de peso, regulación de la tensión sanguínea, aumento en la calidad de la respiración y el control mental, mejora la calidad del sueño, mejoras en la dieta y reducción en cantidad de alimentos ingeridos, ya que la práctica de yoga te aporta una fuente extra de energía que te hace necesitar menos alimentos para sentirte con la misma o mayor energía que antes de empezar a practicar. Por otro lado te hace más sensible a cómo le sientan los alimentos a tu cuerpo y tu la vitalidad, lo cual suele llevar implícito una mejora en la alimentación por decisión propia. Todo esto hace que te sientas mejor a todos los niveles y te ayuda a tener más estabilidad emocional, mejores relaciones interpersonales y a ser más feliz.
Hoy en día existen multitud de tipos de Yoga, y para todos los gustos y colores, desde los más lentos y enfocados en la alineación y corrección postural como el Hatha Yoga o Iyengar, hasta los más dinámicos y activos como el Ashtanga Yoga, Vinyasa Yoga, Power Yoga, Rocket Yoga, Bikram Yoga, pasando por la espectacularidad y belleza del AcroYoga que se practica entre dos o más personas.
Casi todos tienen la misma finalidad, encontrar la unión de nuestra mente con nuestro corazón a través de la conexión con nuestro cuerpo manteniéndolo flexible, sano y fuerte.
En muchos países, incluido España además de aumentar el número de escuelas y centros deportivos donde se ofrecen clases de yoga, se está introduciendo la práctica en lugares de trabajo, centros sociales y culturales, prisiones, residencias de mayores, centros de menores, centros de educación especial . Cada vez más colegios públicos para mejorar la calidad de vida de los alumnos y profesores, reducir los niveles de estrés antes de los exámenes y mejorar la convivencia en los centros educativos.
Lo mejor de todo es que nunca es tarde para empezar a practicarlo, solo hay que tener una mente abierta y decidirse a probar, hay yoga para todos. Una de las claves para encontrar un tipo de yoga que se ajuste a ti es probar diferentes estilos y profesores, ya que cada estilo es muy diferentes y las personas que lo transmiten también. Después solo falta elegir el que mejor te siente, sin olvidar que “tu cuerpo es sabio” y tu mente te acompaña en el camino.
"El objetivo esencial
del yoga es la reunificación
del ser con el Absoluto,
y el acceso a la conciencia
suprema que nos lleva
a la iluminación
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