Cueva Pintada
El Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada permite contemplar la manifestación de pintura mural prehispánica más importante de Canarias y recorrer los restos de un gran caserío indígena.
Cueva Pintada
El universo simbólico aborigen brilla con especial intensidad gracias a la presencia de ídolos, pintaderas y magníficos recipientes cerámicos decorados, entre otros objetos de la colección. Cueva Pintada
Cómo era y cómo vivía la población prehispánica? El Museo y Parque Arqueológico Cueva Pintada, en Gáldar, en Gran Canaria, es un libro abierto cuyas páginas asoman a la etapa anterior a la Conquista castellana de la isla pero también a la evolución posterior, marcada por la mezcla de culturas y por la configuración de rasgos esenciales de la nueva sociedad insular.

Visitar este impresionante conjunto supone una verdadera inmersión en el pasado. Ese enorme legado se ve, se transita y casi se puede tocar con la mano. Las instalaciones toman su nombre de la espléndida cámara, excavada en la toba volcánica, decorada con motivos geométricos, un testimonio excepcional de la expresión artística y simbólica de la antigua población canaria y la manifestación más genuina de la pintura mural prehispánica.
VISITAS
Gran parte de la simbología y del imaginario colectivo ligado al mundo aborigen desarrollado en Canarias se plasma, de hecho, en esta cavidad, decorada con materias colorantes de origen mineral. Así, los rojos se obtenían a partir de almagres y los blancos, de caliches y arcillas blanquecinas que combinaban para lograr otros matices de color. Todo este despliegue expositivo se puede observar de primera mano a escasos metros de distancia.
Esta joya de la creatividad aborigen y de su modo de ver y de relacionarse con el entorno es el corazón de un extenso y rico conjunto museístico y patrimonial diseñado para que el público se acerque y comprenda uno de los momentos más apasionantes de la historia de la isla, y del conjunto de Canarias, a través de una experiencia emocionante y enriquecedora.
Ídolos, pintaderas y magníficos recipientes cerámicos decorados destacan entre los objetos de la colección

El museo y parque arqueológico, dependiente de la Consejería de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, revela cómo las excavaciones realizadas en este lugar desde 1987 han confirmado que la Cueva Pintada formaba parte de un caserío de más de cincuenta casas y cuevas artificiales, fechadas entre los siglos VII al XVI que se integraba en el poblado prehispánico de Agáldar.
EXPOSICIÓN
El recorrido se inicia en las salas de exposición permanente. En las cuales se muestra una selección de las colecciones arqueológicas recuperadas en el yacimiento. En este punto, el universo simbólico aborigen brilla con especial intensidad. Gracias a la presencia de ídolos, pintaderas y magníficos recipientes cerámicos decorados. A este conjunto claramente prehispánico se añaden otros elementos tardomedievales importados a la isla y que proceden de la Península Ibérica.
Uno de los múltiples atractivos para el público consiste en la proyección de un ameno e instructivo audiovisual en 3D. Este sitúa al espectador en el espacio y en el tiempo. Arminda, un personaje histórico, se dirige directamente a los espectadores y a las espectadoras para relatar acontecimientos históricos cruciales que se vivieron en Gran Canaria durante el proceso de conquista de la isla. De este modo, la pantalla de cine se transforma en un túnel que conduce directamente a ese periodo.

AGÁLDAR
Y a continuación se abre un verdadero sendero por el ayer. Los vestigios del Agáldar indígena se contemplan desde una pasarela. Accesible, además, para todos los públicos. También rodea las estructuras conservadas. Que permite a quien la transita a observar con detalle las casas y cuevas del poblado. Las sucesivas excavaciones han dejado al descubierto alrededor de la Cueva Pintada un abigarrado caserío. Además este se va distribuyendo de forma escalonada desde el fondo del barranco y hasta el actual centro histórico de la ciudad de Gáldar.
Se trata por lo general de casas de planta cruciforme en el interior pero con muros exteriores de diseño oval. La práctica totalidad de ellas conservan restos de mortero. Y tal vez la pintura roja que se empleaban en la decoración. Por lo tanto, de las alcobas laterales como de la habitación principal.
viviendas prehispánicas
Esta sugerente perspectiva se complementa con la posibilidad de adentrarse en la recreación de varias viviendas prehispánicas. A tamaño natural que muestran los contextos domésticos de estas poblaciones. Se trata de reproducciones fieles de sus ajuares (esteras, cerámicas, molinos de piedra…). Y detalles de las techumbres que con la ayuda de la imaginación. Además suponen un paso más allá en este viaje sensorial por el tiempo y el espacio.
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